lunes, 30 de marzo de 2015

Corrección "El hombre de la piel de oso"

El hombre de la piel de oso

Para el niño pequeño, la palabra oída ejerce una gran fascinación. La palabra y su tonalidad, su ritmo, los trazos afectivos que teje la voz, cuando es temperatura emocional, calma, consuelo, ternura, sensorialidad latente. El magnetismo por el ritmo y la entonación puede desplegarse con intensidad, al escuchar la voz de otras memorias viejas-nuevas-voces, de rimas, retahílas, cancioncillas, cuentos.

Podemos formular la hipótesis de que la literatura oral es una forma básica, un modo literario esencial en la vida del niño pequeño, porque la palabra está impregnada de afectividad. El cuento, el romance y la lírica construyen el mundo auditivo-literario del niño, le incorporan vivencialmente a una cultura que le pertenece, le hacen partícipe de una creación colectiva, le otorgan signos de identidad. El libro oído, visto, tocado, olido, el desciframiento emocional-oral-sensorial, el libro-lectura compartido con otro, le ayudará en su contacto con posterior con la impresa, motivando una lectura gozosa.


El cuento que voy a adaptar está basado en la historia “La piel de oso” de los hermanos Grimm. Esta adaptación está dirigida a niños de 5-6 años.
  • ·        A estas edades los niños ya hacen un ordenamiento lógico de las acciones, por lo cual podrán comprender el transcurso del tiempo a la perfección, siempre y cuando siga un orden cronológico y lineal.
  • ·        Hacia los 5 años de edad, existe un perfeccionamiento del lenguaje. Debido a este movido debemos estimular el lenguaje de los niños, con recursos como la literatura. A esta edad entienden más de 2.000 palabras, por lo que debemos ayudar a los niños a seguir enriqueciendo su vocabulario.
  • ·        También debemos tener en cuenta que a los niños de esta edad les gustan los cuentos clásicos, populares y de fantasía, con personaje y nombre propio y con un desenlace final.
  • ·         A esta edad los niños ya pueden comprender que el personaje malo reciba un castigo, y el personaje bueno reciba un premio.



A la hora de adaptar cuentos, tenemos que tener en cuenta la edad de los niños a los que va dirigida, creo que la mejor edad para adaptar este cuento es la de 5-6 años. 
Podemos encontrar estos ejemplos de las características en el desarrollo evolutivo de los niños de esta edad.

He cambiado algunos aspectos de la historia, ya que para los niños no era totalmente  adecuada y también he intentado acortarla con la intención de hacerlo más dinámico. Los cambios son los siguientes:
  • He puesto nombres propios a los personajes principales de la historia, ya que para los niños es algo muy importante para poder identificarlos de forma más fácil y clara. (No identificarse con ellos.)
  • El protagonista se llama Ezequiel, Durc el elfo, Amarilda es la prometida y futura esposa de Ezequiel, Anastasia hermana de Amarilda y Leopoldo el padre de las hermanas.
  • En el cuento original, el personaje mágico es el demonio, en mi adaptación este personaje mágico será un pequeño elfo. He hecho desaparecer al diablo ya que tiene connotaciones religiosas y es un personaje que suele producir miedo a los niños.
  • En la estructura del cuento original existe una introducción, un nudo y un desenlace, igual que en mi adaptación solo que esta estructura será reducida en cuanto a contenido, eliminando contenido poco significativo.
  • Cambiaré algunos aspectos de la historia narrada en clase, ya que no les veo relevancia, como puede ser el encuentro con varios personajes que no llegan a ningún fin concreto.
  • La estructura, los roles y los motivos quedarán intactos.
  • Para terminar, como fórmula de salida un: “Y colorín colorado, este cuento se ha acabado”

Sin más dilaciones, he aquí la adaptación que he hecho del cuento.


Había una vez, hace muchos, muchísimos años, cuando todavía existían las hadas madrinas, en un país muy lejano un joven guapo, alto y fuerte llamado Ezequiel.

Los padres de Ezequiel no tenían dinero, por lo que un día Ezequiel pensó que podría ser el único que ayudara a su familia y decidió irse de su casa en busca de trabajo, y así llenar de privilegios a su familia.

Después de andar mucho tiempo, llegó a un río, y se acercó a él para beber un poco de agua. Al acercarse vio la sombra de un pequeño ser que se movía rápidamente. Era Durc, un pequeño elfo, este pequeñín era muy juguetón, por lo que no dejaba de saltar alrededor de Ezequiel.
  • Me presentaré, me llamo Durc, y después de escuchar que estabas buscando trabajo, quiero proponerte un trato. ¿Aceptas?

Ezequiel, tardó pocos segundos en responder:
  • Claro, ¿Qué tengo que hacer?
  • Comenzamos con la primera prueba, tienes que trepar hasta lo más alto del árbol y coger esa piel de oso que está allí arriba.

Ezequiel, rápidamente subió. La prueba le parecía muy fácil, por lo que quiso saber más.
  • Muy bien dijo Durc, esta piel tendrá unos poderes que yo le daré. Cada vez que metas las manos en sus bolsillos sacarás un puñado de monedas de oro. Durc movió las orejas y listo, la piel de oso era mágica. Las demás pruebas son las siguientes:
  • No podrás lavarte ni cortarte las uñas durante siete años, también deberás llevar puesta esa piel de oso que has conseguido. Además no podrás estar más de una semana en el mismo sitio, por lo que tendrás que ir cambiando de casa. Eso sí, siempre que metas la mano en el bolsillo sacarás un puñado de monedas de oro, podrás coger todas las que quieras, y guardarlas para ti. Si me ganas, y consigues estar los siete años así, te devolveré tu aspecto normal y te quedarás con todas las monedas que hayas guardado. Pero si no consigues superar nuestro trato, nunca podrás volver a tu casa, y todas tus monedas de oro desaparecerán.


Ezequiel y Durc cerraron el trato con un fuerte apretón de manos, y sin darse cuenta el pequeño elfo desapareció.

Lo primero que hizo Ezequiel fue meter la mano en el bolsillo y sacar un puñado de monedas. El primer año empezó a guardar muchas monedas, con lo que pudo comprarse una gran casa y un caballo para poder viajar. Durante este año, Ezequiel fue dando monedas de oro a la gente que lo necesitaba con una gran sonrisa.

Cuando llevaba ya dos años cumpliendo el trato, Ezequiel tenía una imagen horrible, ni si quiera la gente a la que ayudaba quería acercarse a él. Tenía el pelo y las uñas muy muy largas, y además tenía un olor muy fuerte nadie quería ser su amigo.

Una noche que hacía mucho frío, decidió entrar en un granero para poder dormir. Cuando estaba acostado, escucho a un hombre llorar, con mucho cuidado para que no se asustase se acercó a él. Leopoldo al ver a Ezequiel se asustó un poco, ya que después de tantos años, tenía unas pintas horribles, la piel del oso olía mal, sus uñas eran largas y con forma de aguja. Leopoldo, que así se llamaba el hombre le contó que tenía dos hijas que no podía mantener, ya que tenía problemas con el dinero.
  • Tengo la solución, dijo Ezequiel.
  • Leopoldo nervioso le pregunto, ¿De qué se trata?
  • Meteré la mano en mi bolsillo y sacaré varios puñados de monedas para ti. Creo que así podremos arreglar tus problemas- dijo Ezequiel.

Leopoldo estaba tan contento que le invitó a cenar con él y sus hijas, Amarilda y Anastasia, y le dejaría casarse con una de ellas.

Finalmente llegaron a cada de Leopoldo, y le presentó a sus dos hijas, Amarilda que era la mayor, al ver a Ezequiel de esa manera dijo que nunca se casaría con él, era un hombre sucio y olía mal. Sin embargo, Anastasia que era la menor de las hermanas dijo:

  • Si es verdad que usted ha ayudado tanto a nuestro padre, debes ser un hombre bueno, por lo que me casaré con usted.

Pasaron una semana entera conociéndose a su futura, tanto que se enamoraron. El último día, Ezequiel antes de irse, cogió un pequeño anillo que tenía de su madre y lo partió por la mitad. Cogió una parte, se la dio a Anastasia y la dijo:
  • Solo necesito que me esperes 3 años, si cuando vuelva sigues enamorada de mí nos casaremos.

Después de siete años, Ezequiel volvió a aquel río donde se encontró la primera vez con Durc, como la primera vez, el pequeño elfo apareció de repente.

Durc le pidió que le devolviera la piel de oso, y le dijo que ya era libre. Antes de que se fuera Ezequiel le gritó.
  • ¡Espera! Me prometiste devolverme a mi aspecto normal.

Así lo hizo, Durc agitó un poco las orejas y Ezequiel volvió a ser aquel chico guapo y con buena presencia.

Ezequiel fue corriendo a la casa que había comprado, dio un baño a su caballo, saco dinero de su escondite, se compró un bonito traje para ir a buscar a su futura esposa.

Cuando llegó a la casa de su futura esposa, Amarilda, la hermana mayor le recibió con una gran sonrisa, y le invitó a pasar. Mientras ella fue a su habitación a ponerse guapa, Ezequiel se quedó a solas con Anastasia. Mirándola a los ojos, sacó la mitad del anillo de su bolsillo y la dijo:
  • Anastasia, soy yo Ezequiel, ¿todavía sigues enamorada de mí?

Anastasia sorprendida, lo abrazó y por supuesto le dijo que sí, que seguía enamorada y quería casarse con él. Amarilda al ver esto, se puso muy triste y decidió irse para nunca volver.

Ezequiel y Anastasia, llevaron puñados y puñados de monedas de oro a su familia para que pudieran comprar sus cosas.
Finalmente Anastasia y Ezequiel fueron felices y comieron perdices por mucho tiempo.



Bibliografía
Libro de expresión y comunicación. Ed. Santillana

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